sábado, 13 de junio de 2015

Cecilia Fiel: “En el noreste han habido masacres desde que se constituyó el Estado Nación”

Dialogamos con la directora de “Margarita no es una flor” (2013) y Licenciada en Artes por la UBA, Cecilia Fiel, sobre su ópera prima que narra los sucesos de la Masacre de Margarita Belén. Se trató de un fusilamiento de alrededor de 22 militantes peronistas que habían sido secuestrados y torturados, y que luego fueron asesinados en la provincia del Chaco en un operativo conjunto del Ejército Argentino y la policía local, durante la última dictadura cívico militar. Los genocidas encubrieron el crimen alegando que se había tratado de un “enfrentamiento entre militares y guerrilleros”.

Por el caso fueron condenados a cadena perpetua ocho represores integrantes del Ejército Argentino, mientras un policía de la provincia del Chaco fue absuelto debido a “insuficiencia probatoria”, tras el juicio por delitos de lesa humanidad iniciado el 3 de junio de 2010 y que tuvo su sentencia firme el 16 de mayo de 2011 por el “delito de homicidio agravado por alevosía y por el número de partícipes en 11 hechos en concurso real entre sí y el delito de privación ilegítima de la libertad agravada por haber sido cometida con el uso de violencia y por el transcurso del tiempo en cuatro hechos”.

Fiel basa su relato en la reconstrucción de la vida y militancia de una de las tres mujeres asesinadas en la madrugada del 13 de diciembre de 1976 sobre la Ruta 11, a 5 kilómetros del pueblo de Margarita Belén. Se trata de Ema ‘Pelusa’ Cabral, terapista ocupacional y militante de Montoneros, nacida en Reconquista –Santa Fe- , la cual aún se encuentra desaparecida. El film fue estrenado en el 28° Festival Internacional de Cine de Mar del Plata (2013) y se proyectó en el IV Festival Internacional de Cine Político en Buenos Aires (2014), entre otros festivales. Actualmente en cartelera, el documental puede verse en el Cine Gaumont - Espacio INCAA KM 0 (Av. Rivadavia 1635, Ciudad de Buenos Aires) hasta el miércoles 17, inclusive, a las 17.55. La directora estará presente en la función del domingo 14.

Cecilia Fiel es además Maestranda en Periodismo documental, UNTREF. Ayudante de la cátedra de Estética y de Estética del Cine y Teorías Cinematográficas, Departamento de Artes, Facultad de Filosofía y Letras, UBA, y de Estética, Departamento de Artes Visuales, Prilidiano Pueyrredón, IUNA. Co-autora de Cuestiones de arte contemporáneo (Emece), Estéticas de lo extremo (Emece, 2013 y Formas de la memoria (IUNA, 2013). Desde 2005 es colaboradora del área de Cultura del Diario Clarín. En el campo de las artes visuales desarrolla trabajos de curaduría. Y tiene en su haber cortometrajes como Margarita Belén – Noticias del Juicio I (2010), Autoconvocados (2010), entre otros trabajos.



-¿Cómo fue que surgió la idea de abordar lo que se conoce como la “Masacre de Margarita Belén” para tu ópera prima?

-Me invitaron a participar en un aniversario conmemorativo por los caídos en la Masacre de Margarita Belén pero yo no había podido ir por temas laborales. La compañera que me invitó me había contado que los militares, después de la masacre había hecho un asado en las cercanías del lugar ya eso me había causado mucha impresión. Así que yo pensé que en realidad era como un mito, pero no. Lo busqué e inclusive le pregunté al abogado de la querella y me lo confirmó. Era porque había sido el cumpleaños de uno de los jefes de la policía que coincidió con la masacre. Entonces lo que seguí, más allá de corroborar el dato, fue por el lado de la investigación a partir de un libro de Jorge Giles, “Allí va Vida”, que fue protagonista y testigo de los juicios entonces ahí me metí un poco más en la historia. También me encuentro con el monumento que está emplazado a 5 kilómetros de la ciudad y es increíble, porque retrata el momento final en el que matan a los 22 militantes peronistas secuestrados y entonces me di cuenta de que había cosas que podían ser escritas en término de una narrativa documental.

-¿Cómo llegaste al caso de Ema ‘Pelusa’ Cabral?

-A medida que me fui metiendo en la historia encontré particularmente el tema de Ema que había sido acusada por la versión militar de integrar el convoy que iba a rescatar a sus compañeros mientras eran trasladados hacia Formosa. Versión que armaron en función de dar a entender que se había producido un enfrentamiento entre militares y guerrilleros. Pero Ema estaba siendo trasladada en ese momento supuestamente hacia una cárcel de mayor seguridad en Formosa. Todo aquello formó parte de la versión militar y del armado de la escena que hicieron los militares.

-Además ellos estaban muy torturados y ni siquiera hubiesen podido escapar o defenderse.

-Eso es fundamental. No tenían ninguna posibilidad de defenderse no solamente porque estaban desarmados sino porque estaban ya muy torturados y de hecho se dice que alguno pudo haber llegado muerto y otros muy lastimados.

-El autor del monumento a los asesinados en Margarita Belén estuvo preso por hacer un busto de Perón y de Evita.

-Justamente el autor del monumento, Luis Díaz Córdoba, había estado preso en el ’76 cuando los retiran de la Unidad 7 y de la Alcaidía de Resistencia. No recuerdo ahora en qué lugar estaba preso él y lo habían encarcelado justamente por hacer un busto de Perón y de Evita. Él era un escultor y trabajaba haciendo muchas obras, muchas de ellas por encargo. Sé que era peronista y ya falleció. Y en un libro que publicó mi jefa de cátedra “Estéticas de lo extremo” (Emece – 2013) hay un capítulo que escribí dedicado a las formas conmemorativas que tuvo la Masacre de Margarita Belén. Analizo bastante el monumento y cuento detalles como este que te estoy diciendo. Es un texto bastante completo de ese monumento y todos los tipos de conmemoración que tuvo la Masacre.

-Es allí donde todos los 13 de diciembre los familiares y organismos de Derechos Humanos realizan un acto conmemorativo de los militantes fusilados.

-Exactamente, sí. Y allí fue donde antes del monumento, los familiares emplazaron una cruz. Y el lugar está sobre la ruta prácticamente, a 5 kilómetros del pueblo de Margarita Belén y a 40 de Resistencia.

- Así como en alguna entrevista cuestionabas que en la Ciudad de Buenos Aires no se sabe mucho de lo que pasó en las provincias durante la dictadura cívico militar, ¿Qué te pasó al ver que en el pueblo de Margarita Belén no tenían mucho conocimiento de lo que había sucedido allí?

-Me comparo un poco con esa situación porque cuando empecé a investigar yo no sabía nada del tema. Y todos mis compañeros y de mis círculos cercanos tampoco. Digamos que se fueron enterando a medida que yo les contaba. Con lo cual a mí también me asombró en el sentido de ‘uh, mirá, no conozco lo que pasó en el Chaco’. Pero lo del pueblo fue muy fuerte por la cercanía, porque les pasó ahí nomás, en la puerta de sus casas por poco menos.

-Y también das cuenta de, como te comentó el abogado de la querella, que esta fue una masacre a nivel regional para infundir miedo.

-Eso es muy importante porque después de esta masacre no se conoció ningún hecho similar en la región, lo cual tuvo un impacto fuerte. Porque para los militares, lamentablemente, fue una masacre que dio resultado porque logró impregnar de terror la zona.

-¿El cuerpo de Ema Cabral nunca fue hallado?

-No. Y en realidad lo que sucede, lo que se supone es que entró al cementerio, por la huellas dactilares que se registraron en el momento de ese simulacro que hacían donde la policía iba y te tomaba la huella digital, y con el registro del cementerio. Coincide la huella y se deduce que Ema estuvo en el cementerio. Pero después lo que se supone es que fue arrojada al osario común, con lo cual es casi imposible dar con su cuerpo, con sus restos.

-En el juicio que se llevó a cabo mientras realizabas el documental, fueron condenados a prisión perpetua ocho represores del Ejército Argentino, pero un integrante de la policía de Chaco que se presume que fue partícipe de los delitos de lesa humanidad resultó absuelto.

-Sí, supuestamente porque no había pruebas suficientes para incriminarlo. Pero de todos modos la querella apeló.

-¿O sea que puede haber una segunda instancia judicial?

-Sí, de hecho se prevé un nuevo juicio donde habría implicados civiles pero aún no tiene fecha.

-En ese sentido, ¿Te gustaría continuar con la investigación y ampliando tu trabajo?

-Cada tanto la sigo pero a la distancia. Lo que pasa es que hice un trabajo increíble. Viajé un montón. Durante el juicio dejé casi mi vida y me gasté hasta el último peso. Para el estreno me quedé sin un peso otra vez. Digamos que ya no sé si le pondría el mismo ímpetu pero sí puedo a la distancia seguir los avances.

-¿Cuál fue, en general, la respuesta del público al respecto de tu trabajo?

-Por suerte tuvo muy buena prensa. Lo que me dicen en general, yo estoy yendo mucho al Gaumont, es que no sabían de esa masacre. Con lo cual creo que el objetivo de dar a conocer lo que sucedió, también en el interior, durante la época de la dictadura, está encaminado, digamos. Porque que te digan que no saben de qué se trata y después se retiren del cine conociendo la historia está buenísimo.

-¿Han destacado algo de tu trabajo, o te han hecho algún planteo que te haya dejando pensando?

-Creo que para un público general, el hecho de haber incorporado el futuro de la vida de Ema, me parece que hay gente a la que le gustó y creo que hay gente a la que no le gustó. Y para mí es lo más interesante. Cuando una construye un film biográfico lo hace desde lo que conoció de esa persona o desde lo que fue efectivamente su vida. Tratar de representar una ausencia a partir de lo que no fue, yo creo que es lo más interesante. Pero creo también que fue lo más difícil de hacer para que a los otros les guste.

-Tuviste la posibilidad de entrevistar a la mamá de Ema, ¿Qué te generó haber podido dialogar con ella, entrevistarla, siendo que al poco tiempo falleció?

-La verdad es que fue muy fuerte. Yo pensé que la iba a volver a entrevistar pero bueno, por un lado ella no tenía ganas y por otro lado sucedió que falleció. Y a pesar de que no haya querido salir en cámara, ella me había autorizado a utilizar el audio.

-Fue un aporte fundamental.

-Sí, la verdad agradezco haber podido hacer esa grabación. 

-¿Tenés en mente llevar a cabo un próximo largo?

-Sí, tengo varias ideas. Una ya la estoy escribiendo pero todavía está todo muy en el tintero. Me encantaría volver a la zona en principio.

-Claro, además en tu investigación te conectaste mucho con la zona y conociste la existencia de grupos de militantes pertenecientes a las Ligas Agrarias y eso también te llamó la atención, ¿no?

-Sí, porque en el campo estaban muy movilizados en aquella época. Todo el trabajo de las Ligas Agrarias, todo el trabajo de los campesinos. Había realmente un trabajo de conciencia política.

-¿Qué expectativas tenés con respecto al documental?

-Estuvo en Festivales y va por su tercera semana en el Gaumont así que creo que va bien. Me gustaría que circulara más por el interior y que la vaya a ver más gente al cine que hay tiempo hasta el miércoles.

-Además en alguna entrevista mencionás que te surgió una pregunta de la cual me gustaría saber si encontraste una respuesta o algo aproximado: “Qué le pasa a una sociedad que no ha podido velar a sus muertos”.

-Creo que hay gente que ignora o que quiere ignorar todo lo que pasó, por cuestiones ideológicas. Que de pronto no tienen idea de lo que fue la lucha de los ’70, la lucha de los militantes por la liberación y la soberanía, y bueno, a esa gente es medio imposible hacerlos cambiar de idea. Pero en lo personal creo que mientras eso no esté cerrado en la sociedad hay algo que no sanó. Así que lo que es importante en principio es que haya juicio y además poderles dar la sepultura como corresponde. Además fijate que en esa zona ha habido masacres desde que se constituyó el Estado Nación, desde el siglo XIX, todo lo que fue la campaña del Gran Chaco, han matado a una cantidad de aborígenes tremenda. En el Chaco, norte de Santa Fe, toda esa zona, y por supuesto no ha habido justicia. Luego, la masacre de Napalpí, donde también matan a un montón de indígenas y tampoco hubo justicia. Después, la masacre de Margarita Belén. Y ahora por suerte está habiendo justicia. Eso quiere decir que en la medida que no se haga justicia con esos hechos, seguirán sucediendo. Entonces lo importante es que la Justicia actúe para que no vuelvan a suceder.

-En este caso narrás la historia de 22 militantes peronistas fusilados de los cuales se estima que pudo haber sido alrededor de 40 la cantidad de personas asesinadas, ¿Verdad?

-Sí, el Registro Único por la Verdad del Chaco hizo una investigación y se estima que además de esos 22 militantes, hay 5 posibles que ya tienen nombre. Por los demás son datos que se van recabando, entre los cuales coinciden fechas de retiro de presos y se supone que el número de víctimas puede ascender a 40. Y que también en esa masacre hayan sido traídos de otras provincias.

-A nivel de la realización cinematográfica, ¿Cómo fue la experiencia?

-La verdad es que como documentalista, el hecho de seguir un caso y mientras se va desarrollando la realidad como fue el juicio, me hacía cambiar constantemente el foco de la historia, lo que yo quería narrar. Entonces eso me dio mucha motivación en el sentido de que cambié muchas veces el formato de la historia, de lo que quería contar, a la hora de tomar decisiones narrativas y estéticas. Yo creo que eso fue lo más rico, si se quiere.

-¿Quiénes son tus referentes en el cine?

-Leonardo Fabio y cine de los ’70 sin lugar a dudas. Humberto Ríos. Del cine contemporáneo creo que es interesante lo que está haciendo (Raúl) Perrone, (José Celestino) Campusano. Pero digamos que soy muy crítica de esta nueva ola de cine argentino más taquillera.

-Es muy interesante cómo reconstruiste creativamente imágenes para aquellas secuencias donde no podías mostrar fotografías de Ema a pedido de su mamá. Y acertadamente introdujiste la idea de un futuro en la vida de Ema, futuro que le fue negado.

-Claro, es conocer a la persona desde otro lugar. Decir ‘todo esto es lo que no pudo vivir’. Yo me preguntaba cómo hacer un documental sobre alguien que no podés mostrar. Tenía que cambiar de personaje, digamos, de militante. Pero quise hacer Ema.



El documental puede verse en el Espacio INCAA Gaumont (Av. Rivadavia 1635) hasta el miércoles 17, inclusive, a las 17.55. La directora, Cecilia Fiel, estará presente en la función del domingo 14.

Margarita no es una flor - Trailer oficial 2014: https://vimeo.com/104318419


Fotografías gentileza de ‘Margarita no es una flor’ Facebook y de 'Siluetas De Margarita Belén' Facebook, respectivamente

Fuente de información y contacto: CS/Comunicación Efectiva - Cynthia Sabat 

miércoles, 10 de junio de 2015

“La (ir)responsabilidad y la clandestinidad es la empresaria”

Esteban Mur, el papá de Rodrigo y de Rolando Menchaca Mur, los niños de 5 y 10 años que concurrían a la Escuela Pública y que fallecieron tras el incendio en el taller textil de Flores, estuvo invitado en el programa del periodista Rolando Graña “Tercera Posición” junto con los abogados querellantes de la familia Menchaca Mur, Gabriela Carpineti, Secretaria de Juventud de CTA Ciudad y Nahuel Berguier. El jueves 11 de junio a las 10:00 Mur testimoniará ante una segunda instancia en los Tribunales de Comodoro Py por la causa caratulada de “averiguación de delito de trata” que tramita junto con la de “incendio seguido de muerte” a cargo del juez Rodolfo Canicoba Corral en el Juzgado Federal N°6.

Rolando Graña: -El 27 de abril pasado, un día después de las PASO, en un lugar de Flores donde funcionaba un taller textil hubo un incendio. El problema nos horrorizó a todos. Es que en ese incendio murieron dos chicos. Niños que eran los hijos de las personas que trabajaban en ese taller. 

Esteban Mur: -Allí trabajábamos mi cuñado Victoriano, mi cuñada Amparo, su marido Julián Rojas, mi esposa Corina Menchaca y yo. La dueña de la casa taller era Isabela Pinto y la persona que nos alquilaba la casa era el empresario coreano.

R.G.: -¿Cómo trabajaban ahí?

E.M.: -Era un trabajo en cadena que hacíamos entre todos en las distintas máquinas que cada uno operaba.

R.G.: -¿O sea que trabajaban a destajo, por prenda?

E.M.: -Sí, y cada uno hacía un pedazo de la prenda y tras haber pasado por cada una de las máquinas salía la prenda hecha.

R.G.: -Gabriela Carpineti y Nahuel Berguier son los abogados. ¿Es difícil pelear con un tema así en la Justicia donde hay trata de personas?

Gabriela Carpineti: -En primer lugar queremos destacar el enorme valor y trascendencia de la presencia de Esteban aquí y el protagonismo que ha tenido su testimonio desde el 28 de abril en adelante. Lo cierto es que en su declaración testimonial que brindó el viernes pasado en la Justicia federal en el Juzgado Federal N° 6 tiene justamente una trascendencia muy importante porque son pocas las personas que se ven involucradas en un vínculo de explotación laboral como el que quedó asentado a partir de esta declaración, que llegan a testimoniar. Solamente hay en la Ciudad de Buenos Aires una sola sentencia condenatoria por trata con fines de explotación laboral.

R.G.: -Hay cantidad de talleres clandestinos y al menos es reconocida la explotación.

G.C.: -La explotación y la indignidad de este tipo de trabajo ya que Esteban en su declaración testimonial ha dejado asentado una serie de elementos que nos hace presumir con claridad la existencia de un delito penal por la explotación laboral.

Nahuel Berguier: -Definitivamente hay una sola condena, hay pocas causas. Pocas causas incluso en las que se llega a indagar a imputados, a los dueños de los talleres, por explotación laboral. Y en esta causa lo que queremos marcar es esto, que estas personas que trabajaban en el taller de la calle Páez (2796), trabajaban 14 horas por día, se llevaba cada uno una remuneración, porque no lo podemos llamar salario, les pagaban por prenda pero si hacemos un aproximado, 4 mil, 4.500, 5 mil pesos trabajando 14 horas por día. Esto no tiene ningún tipo de relación con un convenio de trabajo.

R.G.: -¿Había un capataz?

N.B.: -Bueno, justamente está esta persona que se encuentra identificada, Sue Yop Lee, es una persona de nacionalidad coreana que era quien les proveía las telas, era quien luego les pagaba por prenda, quien las retiraba. Trabajaban sólo para esta persona quien les indicaba qué prendas tenían que confeccionar.

R.G.: -¿Podían salir?

E.M.: -No podíamos salir mucho porque él nos advertía que no abriéramos mucho la puerta. Salíamos al jardín, a la escuela y debíamos volver.

R.G.: -¿Los asustaba porque podían perder el trabajo?

E.M.: -Claro, porque muchas veces nos pedía que hiciéramos más prendas y si no iba a llamar a otra persona. Y por ese motivo teníamos que ceder algunas horas más para tener un poco más de producción.

R.G.: -Ahora, qué confianza tendrían ellos porque cualquier otro se hubiera robado todo por venganza de semejante explotación.

E.M.: -Y, podría ser pero mi comunidad no es así.

G.C.: -Rolando permitime destacar que la dignidad de Esteban también es un ejemplo a seguir. Muchas veces cuando los medios de comunicación titulan “Clandestinidad”, “Esclavitud”, detrás de esas palabras en realidad hay trabajadores que tienen dignidad y que son sometidos a una situación de explotación. Que primero tienen una autodeterminación de su persona pero que son explotados producto de sus vínculos laborales.

 R.G.: -¿Cómo terminaste en el taller? ¿Viniste de Bolivia, te trajeron engañado? ¿O pensabas que ibas a juntar dinero?

E.M.: -Vine a este país pensando que iba a ganar un poco de dinero para poder regresar a Bolivia y poder ponerme un negocio.

R.G.: -¿A qué edad viniste?

E.M.: -19 y ahora tengo 25. Cuando vine había un buen cambio (de dinero) para poder generar algún pequeño negocio cuando volviera a Bolivia.

R.G.: -¿Cuándo viniste al taller te dijeron claramente cómo iba a ser tu trabajo o te mintieron?

E.M.: -Llegué a probar suerte y nos quedamos con mis hijos y con mi mujer.

R.G.: -¿Buscaste trabajo en otras cosas?

E.M.: -Busqué muchas veces pero como no tenía aún el documento se me cerraron algunas puertas. El primer requisito que te piden es el documento y al no tenerlo se me dificultaba.

R.G.: -¿No tenías documento porque estabas ilegal o porque te lo habían sacado?

E.M.: -Estaba tramitándolo y tardaba mucho.

R.G.: -¿Tus hijos nacieron acá?

E.M.: -Sí, de los cuales tengo el documento de todos, el de mi mujer y el mío, ya están permanentes.

N.B.: -Nos parece importante discutir que hay un sector de la industria textil que nutre esas tasas de ganancia de la sobreexplotación de trabajadores que no necesariamente tenemos que empezar a hablar del término “esclavitud”. Muchas veces son condiciones de vulnerabilidad que empujan a los trabajadores a desarrollar sus tareas así.

R.G.: -¿Pero cuál es la lógica? ¿Es una industria sin fábrica? O sea, las grandes marcas no tienen fábrica.

N.B.: -Sí, la persona que los explotaba luego ponía las etiquetas de diversas marcas.

G.C.: -La importancia de la indagatoria es que a partir de allí podemos recorrer e investigar toda la cadena de comercialización. Nahuel marcaba algo muy importante que es el nivel de tercerización que tiene el rubro textil. Lo cual no es una dinámica local, únicamente de nuestro país. Obedece a una dinámica global, mundial, en relación a la explosión del consumo y de la demanda textil. Aquí en la Argentina nosotros tenemos más de un 30 % de trabajadores en situaciones de precariedad laboral: precarizadas, subcontratados o no registrados. Ese universo total que es más del 30 % de los trabajadores precarizados en la Argentina, el 10 % de ese total lo aporta el rubro textil, junto al sector agrario y la construcción son los rubros de mayor cantidad de trabajadores no registrados. Aquí la responsabilidad, o mejor dicho, la irresponsabilidad y clandestinidad es la empresaria y es muy importante. Nosotros decimos que en realidad los que viven al margen de la ley, que no respetan ni los derechos laborales y evaden fiscalmente son los empresarios. Y es responsabilidad del Estado. En este caso puntual, del Estado de la Ciudad de Buenos Aires, de la inspección y del control laboral.

R.G.: -Claro, después del incendio empezaron a inspeccionar talleres.

G.C.: -En este sentido, y Esteban lo va a contar mejor, él empezó a trabajar de manera cooperativa, en blanco en la Red Textil de la Confederación Nacional de Cooperativas de Trabajo (CNCT). Nosotros desde el primer momento venimos acompañando a Esteban desde la Central de los Trabajadores de Argentina (CTA) que conduce Hugo Yasky y Eduardo López en la Ciudad de Buenos Aires. Fue a partir de la Escuela Pública a la que asistían Rodrigo y Rolando que tomamos contacto primeramente con ellos que fue el 1° de Mayo, paradójicamente, el día de los derechos de los trabajadores, fue el día en que nos conocimos y que fuimos con Nahuel a Villa Celina. Desde ese momento empezamos a construir una alternativa. Esteban es una muestra cabal de que se puede vivir y trabajar de otra manera, aún después del horror. Que se puede trabajar en el rubro textil organizado con la CTA, la CNCT, la CTEP (Confederación de Trabajadores de Economía Popular), que son organizaciones de trabajadores y de la economía popular que vienen desarrollando propuestas públicas y prácticas alternativas a la precariedad y la explotación laboral. 
R.G.: -Pero la responsabilidad primaria es la de la fábrica. ¿Qué confeccionaban ustedes?

E.M.: -Prendas de tejido, camperas, poleras, vestidos.

R.G.: -Y no saben para qué marcas trabajaban?

E.M.: -No porque él sólo nos hacía colocar una etiqueta que decía su nombre nada más.

R.G.: -Esperemos que esta causa avance en la Justicia federal porque alguna vez esto se tiene que terminar.


(Fotografía: gentileza Gabriela Carpineti)